Conclusiones de las navidades.
Recien hablando con un amigo, recordando los grandes recuerdos (?) de la navidad pasada, llegamos a una magica conclusion.
Recuerdo cuando era chico y si bien ya no creia en papa noel o cosas asi, todavia me seguian regalando cosas copadas en navidad, tambien recuerdo como gradualmente estos regalos copados iban siendo reemplazados sutilmente por cosas que uno puede llegar a necesitar, como un calzoncillo o un par de medias pero que si los llegara a necesitar probablemente iria a comprarlos, por lo que no quiero que me regalen un puto par de medias, quiero algo que este bueno. Pero luego uno encuentra alguien que decide compartir su vida con uno y volvemos otra vez a la epoca dorada de los regalos copados donde somos malcriados como pocas veces en la vida, todo para que algun buen dia eso se acabe y otra vez uno vuelva a los queridisimos regalos del sector de higiene personal del supermercado de turno.
Por lo que teniendo en cuenta los escenarios previamente mencionados, solo se puede llegar a una abrupta conclusion:
Uno no se hace un hombre adulto el dia que tiene su primer relacion sexual, ni el dia que se agarra a trompadas con alguien en la calle y logra contarla, mucho menos el dia que le sale un bigote de juguete caracteristico en los pre-adolescentes. No. Uno se hace un hombre adulto consciente de que su vida de jolgorio y diversion ad infinitum se acabo en el momento que para navidad a todo el mundo le regalan cosas copadas y a uno le regalan tres simples cosas:
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Un desodorante
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PaƱuelos
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2 sobres de Uvasal y uno de Alikal (productos similares al Alka-Seltzer)
Ahi mismo, con nuestra barba a cuestas, solo nos queda brindar con todo lo que tengamos a mano y aprovechar a los sobres de uvasal, que para algo nos los regalaron.